jueves, 13 de marzo de 2014


Opciones Socialistas.

En América hay por lo pronto en futuros cercanos, dos opciones en la formación concreta de un estado socialista, que pueden surtir un efecto dominó en el resto del mundo. La primera opción a mi entender, es el Estado boliviano, tomando en consideración la fuerza ancestral que demuestran los movimientos sociales en esta nación. Estos movimientos están fundamentalmente sujetos, a la lucha por continuar manteniendo sus costumbres, sus modos de vida, su folclore, en suma, su cultura que por muchos siglos los ha caracterizado, pues ello les ha permitido mantener la unidad como pueblo. Algunos dirán que en estos movimientos no hay uniformidad, pues hay diferencias en sus estructuras organizativas; puede ser cierto eso, pero no deja de llamar la atención el hecho que cuando el pueblo boliviano es convocado por sus líderes naturales, la respuesta significa concentraciones hasta de miles de ciudadanos dispuestos a llevar a cabo cualquier tipo de acción política, independientemente de sus intereses de grupo, y de lo único que podemos estar seguros es que mantienen como pueblo el espíritu de lucha arraigado por tanto tiempo, que los motiva y les sirve como un nutrimento, lo amalgama y lo mantiene unido. Una prueba de ello, se refleja en la presidencia de Evo Morales, que aún siendo de su arraigo ancestral y étnico, cuenta apenas con un 18%  de apoyo estrictamente político partidista dado en la pasada reelección por el partido que representa el MAS; el resto de su apoyo político es producto precisamente de los movimientos sociales. Esto configura unas condiciones propicias, para que el proceso hacia una convivencia socialista se pueda concretar de manera natural, esto es, de forma paulatina pero segura; mas si ahora cuentan con un elemento de sustentación económica como es la explotación del gas, que sin buscar compulsiva mente el llamado desarrollo, sino con el firme propósito de administrar bien esa riqueza como recurso en función del bienestar general del boliviano, éste como pueblo, tiene la gran responsabilidad de ir haciendo la transformación necesaria hacia el vivir socialista.

 La segunda nación que bien pudiera realizar, lo que hasta ahora han sido intentos y no se ha podido concretar, como es la implantación del socialismo. Sabemos los múltiples intentos dados socialmente son los Estados Unidos de Norteamérica, siempre y cuando se pueda mantener estable esa Unión. O en todo caso y eso podríamos verlo a futuro inmediato, el desmembramiento de la Unión en pequeños Estados, cada uno con sus leyes y sus parcelamientos. Ahora, pensamos que de una u otra forma, el Estado socialista es propenso ha realizar sus inquietudes en esta Nación, por una sola e importante causa, y es que en este industrializado país por su misma y mera condición, su gran masa de trabajadores es obrera; que en algún tiempo pasado fueron obreros de alta calificación, muy bien pagados y con un nivel de vida sobresaliente en comparación con el promedio mundial, pero que hoy ese mismo obrero está siendo golpeado por una crisis económicas y financiera cuyas consecuencias están a la vista, de la cual el obrero norteamericano no puede ni está en condiciones de controlar, y de allí está sufriendo la denominada depauperación, es decir, el empobrecimiento constante e incontenible, de tal forma, que ha ido nutriendo los cinturones de pobreza en las grandes ciudades barnizadas con el lujo desmedido; en esa nación que una vez quiso implantar una sola y única forma de vida al resto del mundo, y que hoy, mediante la fuerza o la violencia quiere someter.

  Es por eso, tal y como se percibe el empobrecimiento material del obrero norteamericano, podemos entonces esperar, que en poco tiempo tenga la suficiente conciencia de clase, que le permita por su alto contexto organizativo, crear las condiciones mínimas para ir a la conquista del Estado en el cual Carlos Marx cifró sus esperanzas, cuando ideó la tesis de la lucha del proletariado.

  En Venezuela desafortunadamente, se tiene que hablar de socialismo sin haber condiciones para ello, entonces tiene que ser decretado. Y de verdad, no es lo mismo realizar o hacerse de un sistema o forma de vida de manera “natural”, que buscar ese mismo sistema imponiendo leyes, argumentos y políticas, en un marco económico con raíces. Y esto es, porque en el primer caso, establecer una manera de vida de forma natural es amoldar al hombre a las nuevas condiciones mientras si es decretada ya deja de ser natural y pasa a ser artificiosa y amolda al hombre. En el primer caso, el hombre tiene la libertad para realizar y crear; en el segundo caso existe un marco preestablecido y de allí el individuo está constreñido y por lo tanto su libertad está condicionada a las circunstancias.

En Venezuela no puede haber, en todo caso, intentos socialistas de forma natural, pues nuestro país carece de una masa significativa de obreros que pudiesen llevar adelante el proceso. Más aún, pienso que la industrialización está vedada para nuestro país, por una razón: la industrialización permitiría la formación de una clase obrera con firmes propósitos creativos desde lo político, formando la conciencia necesaria para un despegue hacia el Estado socialista, pero de forma natural y esto aunado al pensamiento bolivariano como norte o camino a seguir y sustentado en un país con inmensos recursos naturales, quedaría en la imaginación lo que se pueda realizar.

   En cierta ocasión un candidato presidencial, en plena campaña, en la era punto fijista, que por cierto perdió, expresó que iba a fomentar los servicios en el área económica, claro, no le interesaba el crecimiento industrial; aparte de que los servicios implican una burocracia parasitaria, una clase media estéril y una conciencia hacia el consumo. Tres fenómenos sociales que se han fomentado a través del tiempo.       

David Rivas H.
davidrivas1917@gmail.com

1 comentario:

  1. Un saludo para este gran venezolano que realiza una interpretación del socialismo venezolano muy apegado a la realidad!! te felicito por tan importante reflexión y análisis y estaré muy pendiente de los próximos artículos... Maribel Rivas.

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